El Valle de Arán, ese lugar entre montañas, donde se encuentra la calma y la paz y el tiempo pasa más despacio. Espectáculo de colores en primavera y otoño, verde en verano y blanco en invierno. Vayas cuando vayas el paisaje te llegará al alma. 

Además de paisajes y paz, el valle ofrece mucho más. El contacto con la naturaleza, los deportes de aventura, aprender de la cultura, ir de tiendas y, por supuesto, disfrutar de su gastronomía autóctona. El plato más tradicional es la Òlha aranesa o sopa mezclada con un fondo de escudella con carne, pelota, garbanzos, morcilla, tocino, zanahoria, puerro y fideos.

Hay muchas formas de abrir el apetito en el Valle de arán. En mi caso prefiero ir (y ya se ha convertido en una buena costumbre por lo menos una vez al año) en los meses de invierno o bien entrado el otoño para disfrutar de una buen olla caliente. Mi restaurante favorito y para mi gusto donde la hacen mejor es en Eth Triton en Arties, uno de los pueblos más bonitos de la zona.

Eth Triton es un clásico y uno de los restaurantes mejor valorados de Arán. Tolo y Xavi llevan una larga trayectoria como restauradores y demuestran su buen hacer con una cocina de vanguardia. Sus especialidades: mariscos y pescados, su famosa chuleta de vaca y steak tartar todo complementado con una buena bodega de vinos.

Esta última vez hemos optado por compartir entre dos una olla (10€), unos caracoles a la llauna (unos 14€) y un entrecot de vaca (unos 19€) y vino de la casa (10€). De postre, tarta de queso con mermelada de arándanos (6€ apróximadamente). Todo: casi 60 €.